Traducción por Francisco Albanese.
English original here
Nota del autor::
Este ensayo está basado en una charla que di en Seattle, el 26 de Enero de 2014 en Charles Krafft’s Douglas L. Reed Oyster Feed. Quiero agradecer a Charles Krafft y a todos los presentes por su cálida bienvenida y estimulante debate.
Los nacionalistas blancos afirman con frecuencia que el sistema social y político actual ha puesto a nuestra raza en el camino a la extinción biológica. Si no se revierten las tendencias actuales, los blancos desaparecerán como una raza distinta.
Para muchos blancos, esto suena como una afirmación absurda y alarmista, dado que hay entre 700 millones a mil millones de nosotros en el planeta actualmente. Parte de ese escepticismo es, creo, simplemente negación psicológica frente a una perspectiva desagradable. Los no-blancos rara vez muestran escepticismo sobre la extinción blanca. De hecho, nuestros enemigos toman nuestra desaparición eventual por sentado y se regodean abiertamente acerca de nuestra decadencia.
Quiero argumentar, sin embargo, que la extinción blanca no es una fantasía alarmista, sino un hecho alarmante, la conclusión inevitable de un análisis sobrio e informado. Dado que mis ojos arden cuando alguien recurre a modelos matemáticos, gráficos, tablas y jergas técnicas, construyo mi argumento en los términos más simples posibles. En primer lugar, discuto simplemente que la extinción blanca es una idea plausible, no una exagerada y fantasiosa. Entonces argumentaré que, dadas las tendencias actuales, la extinción blanca no sólo es posible, sino inevitable.
Los biólogos afirman que hasta un 99,9% de las especies que han existido en este planeta están extintas ahora. Además, muchas especies extintas disfrutaron de dramáticas ventajas por sobre los blancos. Por ejemplo, la mayoría de las especies extintas existieron por mucho más tiempo que nuestra raza antes de enfrentarse a la extinción. El promedio de vida de una especie es de 10 millones de años, mientras que los blancos han existido desde hace sólo unos 40.000 años. Algunas especies extintas también existieron en un número mucho mayor que los blancos en la actualidad. Por ejemplo, en 1866, se observó una sola bandada de palomas pasajeras al sur de Ontario. La bandada tenía una milla de ancho, 300 millas de largo y demoró 14 horas en pasar. Se estimó que contenía 3,5 mil millones de aves, que corresponde de 3,5 a 4 veces el total de población blanca del mundo hoy en día. Menos de 50 años más tarde, sin embargo, toda la especie fue extinguida debido a la caza y pérdida de su hábitat. En 1914, Martha, la última paloma pasajera del mundo, murió en el zoológico de Cincinnati.
Algunas especies han existido por mucho tiempo. El cangrejo herradura ha estado por alrededor de 450 millones de años. El celacanto ha existido por 400 millones de años. La lamprea ha estado por alrededor de 350 millones de años. El lagarto tuatara de Nueva Zelanda ha estado por cerca 200 millones de años. Pero basado en la historia natural, podemos decir que simplemente por el hecho de existir, hay una probabilidad de 99,9% de que nuestra raza se extinga. Si queremos estar entre los sobrevivientes a largo plazo, sin duda no dependemos sólo de la suerte.
Los seres humanos — especialmente los blancos— tienen una ventaja sobre otras especies: nuestra inteligencia y creatividad nos pueden permitir descubrir y vencer las causas de la extinción. Lamentablemente, esa misma inteligencia ahora se está utilizando para crear condiciones artificiales que promueven la extinción blanca. Las extinciones se dividen en naturales (como la de los dinosaurios) y artificiales (como la del dodo y la paloma pasajera). La extinción blanca no es natural sino artificial. Así que, si nuestra raza va a sobrevivir, lo primero que debemos hacer no es derrotar a la naturaleza, sino a otros hombres.
La extinción no es sólo la muerte de todos los miembros de una raza. Después de todo, todo lo que vive muere. Pero si todos los miembros de una raza mueren sin reemplazarse a sí mismos, entonces la raza se extingue. Así la extinción no es sólo la muerte — que nos llega a todos— sino la incapacidad de reproducirse. La extinción es inevitable si una raza es incapaz de reproducirse. La extinción solamente es la incapacidad de reproducirse.
Para que la población blanca existente se reproduzca, cada pareja debe tener un promedio de 2,1 hijos—2 niños para reemplazarse a sí misma y 0.1 para sustituir la raza al tomar el lugar de aquéllos que no reproducen en lo absoluto. La imagen de una familia “normal” —padre, madre y dos hijos— es realmente la cara feliz y sonriente de la aniquilación racial, porque si la fertilidad de reemplazo secundario persiste lo suficiente —si más gente muere que la que nace— nuestra raza a la larga dejará de existir. Si restamos unidades de un set finito por el tiempo suficiente, llegarás a cero. Si tomas más dinero de tu cuenta que el que depositas, llegarás a cero. Es una necesidad simple y matemática, aritmética de primer orden.
Tener un tercer hijo es la diferencia entre contribuir a la muerte o al crecimiento de nuestra raza. Así los nacionalistas blancos necesitan hacer todo lo posible para crear una nueva imagen “normal” de la familia blanca de tres hijos, en contraposición a la familia de uno o dos niños. Por desgracia, las tasas de natalidad blanca como un todo y en todos los países blancos están por debajo del recambio. Esto significa que la extinción blanca es inevitable si no se revierten las tendencias actuales.
¿Cuáles son las causas de la falla reproductiva, es decir, de la extinción? Los biólogos dan cuatro causas básicas:
- Pérdida del hábitat, que es el ambiente necesario para el sostenimiento y reproducción de la especie. La pérdida del hábitat puede ocurrir a través del cambio climático o geológico repentino o lento, la pérdida de fuentes de alimento, etc.
- Especies invasoras, lo que significa competencia por los recursos de otra especie en el mismo nicho ecológico.
- Hibridación, que significa reproducción de sentido, pero no la reproducción de un tipo biológico en particular. La hibridación es solamente posible si una especie lo suficientemente similar invade su nicho ecológico.
- Depredación excesiva, que significa que una especie es asesinada por depredadores más rápido de lo que puede reproducirse. La depredación incluye epidemias. La depredación excesiva es, de hecho, genocidio: la matanza de todo un grupo. El genocidio, sin embargo, se puede dividir en variedades frías y calientes. Genocidio caliente es el exterminio violento y rápido de un grupo. Genocidio frío es la destrucción lenta de un grupo simplemente mediante el establecimiento de condiciones que hacen imposible su supervivencia a largo plazo. El genocidio frío podría, por lo tanto, incluir también las otras causas de extinción: pérdida de hábitat, especies invasoras e hibridación.
Todas estas causas de extinción pueden ser naturales o artificiales.
Ahora vamos a examinar nuestra extinción continua en términos de estas cuatro causas biológicas.
Pérdida de hábitat: la conquista permanente de la naturaleza a través de tecnología y ciencia blanca parece ampliar los hábitats blancos. El hombre puede vivir en los polos norte y sur, en el fondo de los océanos e incluso en el espacio. Es concebible que algún día seremos capaces de transformar otros planetas en hábitats humanos. Pero hay un sentido en el que la reproducción blanca está sufriendo debido a la pérdida de hábitats: los blancos no se reproducen en ambientes inseguros, y una de las mayores causas de los ambientes inseguros para la crianza es la presencia de no blancos.
Ahora bien, en el pasado, los blancos tenían altas tasas de natalidad mientras estaban rodeados de no blancos. Pero estos no blancos estaban esclavizados o de alguna forma subordinados y forzados a emular normas blancas de comportamiento. Así que los blancos se sienten específicamente inseguros alrededor de las poblaciones no blancas libres y salvajes. La búsqueda de espacios seguros para la crianza blanca es una de las fuerzas impulsoras de la suburbanización y exurbanization desde el colapso de la supremacía blanca, la emancipación de los pueblos indígenas no blancos y la inundación de inmigrantes no blancos en tierras blancas.
Se podría argumentar que la mera presencia de no blancos en espacios de crianza blanca no es suficiente para suprimir la fertilidad blanca, puesto que los no blancos son temidos específicamente como fuentes potenciales de competencia por los recursos, hibridación y depredación, que nos lleva a las otras causas de extinción blanca.
Especies invasoras: virtualmente, en cada nación blanca los blancos se enfrentan a la competencia demográfica de los inmigrantes no blancos. Incluso si se cortara la inmigración no blanca, los blancos todavía se enfrentarían a la competencia demográfica de las poblaciones no blancas existentes, las que son generalmente más fértiles que los blancos.
Hibridación: la mezcla racial o mestizaje es una forma de reproducción, en el sentido de que ambas partes pasan sus genes a la próxima generación. Pero, al mismo tiempo, es una causa de extinción racial, ya que no reproducen el tipo racial. El mestizaje es inevitable si se permite que diferentes razas humanas se asocien libremente en el mismo entorno. Así en el pasado, cuando la integridad racial era valorada, había barreras sociales y legales al mestizaje en las sociedades multirraciales. Esas barreras han sido barridas.
Pero la gente no sólo es “libre” de mestizarse. El mestizaje es incentivado activamente por los medios de comunicación y el sistema educativo.
El mestizaje está siendo impuesto a los blancos mediante violación interracial, que casi siempre es perpetrada por hombres no blancos contra mujeres blancas. Esta forma de violación también está siendo promovida activamente por fenómenos culturales tales como la pornografía y el sembrado de resentimiento no blanco, y por las políticas sociales que fomentan la inmigración no blanca, integración de poblaciones blancas y no blancas y el fracaso en la vigilancia y castigo adecuados de criminales no blancos. Afortunadamente, la mayoría de las víctimas blancas de violación tienen acceso al aborto.
Depredación: los blancos no estén actualmente siendo sometidos a un genocidio rápido, caliente y lineal, pero la presencia de poblaciones no blancas grandes, hostiles, violentas, no segregadas y pobremente vigiladas contribuyen a la extinción blanca causando el asesinato de niños blancos y adultos fértiles y causando que otros blancos restrinjan su fertilidad debido a los peligrosos ambientes reproductivos.
En el caso de la extinción blanca, todas estas causas son obra del hombre. Los blancos sufren pérdida de hábitat, invasión, hibridación y depredación de los no blancos debido a las políticas sociales que han desmantelado la supremacía blanca y la segregación en las sociedades multirraciales, promovido la inmigración no blanca en sociedades antes blancas, desmantelado las barreras al mestizaje y lo han promovido, y que han promovido la depredación no blanco mediante la importación y/o emancipación e integración de las poblaciones no blancas y el fracaso en vigilarlas y castigarlas adecuadamente.
Además de causas puramente biológicas de extinción blanca, nos enfrentamos también a causas netamente culturales. Estos caen en dos categorías básicas: ideológica y tecnológica. Causas ideológicas de extinción blanca incluyen el individualismo, celibato, feminismo y otras formas de confusión de roles de sexo, ambientalismo fuera de lugar y demonización y culpabilidad blancas, todos los cuales promueven el fracaso reproductivo. Estas ideologías fueron, por supuesto, pequeñas amenazas para la supervivencia blanca, hasta la invención de tecnologías de control de natalidad baratas y confiables.
En cierto modo, es una suerte que las causas de extinción blanca son artificiales, porque todos ellas están a nuestro alcance para ser corregidas. Hay dos cosas que debemos hacer.
En el corto plazo, necesitamos incrementar la natalidad blanca. Ésta no es una solución de largo plazo, porque el problema no es que hay muy pocos blancos, sino demasiados no blancos. Desde un punto de vista ecológico, una población estable de mil millones o incluso quinientos millones de blancos no es necesariamente una buena cosa. No podemos definir la victoria como una raza populosa poniendo como ejemplo a no blancos que se reproducen rápidamente hasta que el planeta esté hecho ruinas.
Pero en el corto plazo, necesitamos detener la decadencia de nuestra raza hasta que podamos poner soluciones a largo plazo en su lugar. Cuando mis antepasados llegaron primero a Virginia en la segunda década del siglo XVII, pertenecíamos a una pequeña minoría en este continente. Pero triunfamos, en parte porque detrás de nosotros estaba el impulso demográfico de la población creciente en el país. Sería una ayuda enorme si los blancos tuvieran ese tipo de viento demográfico en nuestras velas otra vez.
En el largo plazo, sin embargo, el nacionalismo blanco es la única solución real para el problema de extinción blanca.
Las causas biológicas de extinción blanca pueden abordarse mediante la creación de países blancos homogéneos, a través de esquemas de partición y secesión raciales o la remoción de las poblaciones no blancas. Países homogéneamente blancos aseguran hábitats blancos y simplemente eliminan la competencia, hibridación y depredación de las demás razas.
Las causas culturales de extinción blanca pueden abordarse a través de la educación y incentivos sociales: individualismo puede reemplazarse con una ética de responsabilidad racial; la confusión de roles de sexo puede ser eliminada por la reafirmación de roles sexuales tradicionales y biológicos: las mujeres como madres y cuidadoras, hombres como protectores y proveedores; la culpabilidad y auto-reproche blancos pueden sustituirse por la autoafirmación y orgullo blancos; la formación asequible de la familia puede ser una piedra angular de la política social, con incentivos especiales para una mayor reproducción de individuos genéticamente muy valiosos; la opción del celibato, así como el sexo no reproductivo, también podría preservada y promovida por algunos como parte de una política eugenésica general, para desalentar la reproducción de individuos con problemas genéticos.
Algunas personas consideran la creación de países homogéneos blancos como innecesario.
Algunos podrían preguntarse si es posible para los blancos el sobrevivir sin países ni poder político como pequeñas poblaciones relictas en poblaciones no blancas más grandes. Lamentablemente, la evidencia histórica no apoya esto. La revisión de Andrew Hamilton de Lost White Tribes de Riccardo Orizio indica que tales poblaciones se pierden finalmente en la hibridación.
Otros podrían argumentar que las poblaciones relictas blancas pueden resistir hibridación adoptando actitudes altamente etnocéntricas y casándose sólo entre su grupo, como los judíos y los hindúes. El problema con esta sugerencia es que dichas políticas no han funcionado para los judíos o hindúes. Los judíos son una población altamente mestiza. Pero la identidad judía puede sobrevivir al mestizaje, puesto que uno es un judío no a través de la descendencia judía pura sino simplemente a través de una pizca de la sangre de Abraham. En el caso de los hindúes, el sistema de castas fue adoptado sólo después de que una gran cantidad de mezcla ya había tenido lugar.
Por supuesto, como nacionalista blanco, creo que es algo bueno para los blancos el adoptar actitudes etnocéntricas y evitar toda mezcla. Pero esas actitudes no nos salvarán si estamos reducidos a pequeñas poblaciones relictas y políticamente impotentes en un mar de no blancos. Pero si adoptamos tales ideas hoy en día, la mejor manera de implementarlas sería a través de la creación de países blancos homogéneos.
Otros aún podrían argumentar que el detener la inmigración y volver a la supremacía blanca, la segregación y las barreras legales y culturales para el mestizaje sería suficientes. Admito que tales políticas serían mejoras, pero soluciones no a largo plazo.
En primer lugar, si no se hace nada para disminuir la baja fertilidad blanca de reemplazo y la alta fertilidad no blanca, los blancos finalmente serán reducidos a pequeñas poblaciones relictas, como escenario uno. Entonces nos extinguiremos. En segundo lugar, estas políticas fueron intentadas y fracasaron. La fijación conservadora de hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente es una definición de locura. Si estas políticas son probadas y fracasan otra vez, nuestra raza nunca podrá recuperarse.
Es demasiado tarde para esas tonterías. Cuando nuestra existencia como pueblo está en juego, ya no podemos permitirnos medidas conservadoras a medias y pensamiento optimista. Sólo el nacionalismo blanco puede prevenir la extinción blanca.